Hace rato tenia un cigarro en la mano, no se puede explicar por que,
hace un mes había dejado de fumar y parecía que su empresa en ello había
sido exitosa...aun no lo encendía, pero no paraba de mirar el mostrador
mientras rastrillaba el encendedor, era una androide hermosa como
ninguna. ¿Quien se enamora de una androide hoy día?, es una perversión
en estos tiempos y existen quienes.
Un empleado la coloca allí, ella apenas se mueve impávida, no es tal vez
ultimo modelo y su belleza es aun extraordinaria, se interpone la
vidriera,... es una versión vieja de este modelo.
Humo blanco sale de las tuberías, el azul de la noche difuminado en esos azules fluorescentes de la ciudad.
Nicht verlieben, nur ein Sklave, wurde nicht für die Liebe abzugeben.
Ella no comprendía su inconformidad, pero el en sus confusiones de la
carne, no controlaba el hecho de que el amor de su vida respondería
igual a los estímulos de cualquiera, solo porque su programación se lo
indicaba; la empeñó hace solo algunos días, sabia que debía vivir mas
con los de su especie, lo deprimían enormemente sus sub rutinas de mujer
perfecta, mientras en sus ojos se sentía el zumbido de una abeja
metálica ferviente y trabajadora, no podía asquearse era todo tan
limpio.
La empujaba de formas odiosas solo quería una reacción, sabia que para
obtenerla debía oprimir un botón, pero estaba esperanzado en que
reaccionaria violentamente y lo mataría saltando todos los protocolos de
su naturaleza artificial, sus días se estaban entumeciendo y nadie
tenia buenas ideas por estos tiempos.
Le dieron unos buenos pesos por ella aunque la podría haber vendido
mejor, solo fingirá que lo dejo y se sumirá en la soledad donde comenzó
todo.
Finalmente enciende el cigarro, no sabe donde ira hoy pero seguro al final de la noche estará ebrio por una mujer.